Un hombre vestido para la guerra, cargado de armas y pertrechos levanta un campamento en tierra ecuatoriana, a poco más de kilómetro y medio de la frontera con Colombia, sin que ninguna autoridad de ese país le haya otorgado autorización para hacerlo. Provienen del otro lado él y su tropa y su grado es el más alto de un ejército ilegal que el presidente de Venezuela pretende que sea reconocido como una fuerza beligerante, a pesar de su vinculación con el narcotráfico, los crímenes que han cometido y los varios cientos de personas secuestradas durante años sin otro motivo que la intención de apoderarse del país. Matan a Raúl Reyes en combate y es el gobierno colombiano al que Hugo Chávez acusa de violar la soberanía de Ecuador y, de este modo, inaugura un nuevo concepto geopolítico que no se estudiará en los tratados de derecho internacional, sino en los manuales de dramaturgia.
Por supuesto, en Quito se escucha como un eco la voz malhumorada de Rafael Correa llamando a su embajador en Bogotá, lo que en lenguaje de cancillerías equivale a la suspensión de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Es la misma puesta en escena de Caracas pero sin amenazas de Sukois y tanques rusos. Y mucho menos con los enredos culturales que ese “causus belis” le ocasionara a Chávez en su Aló Presidente del día de hoy, hasta el punto de no saber sus oyentes si se refería a Casius Clay o a Jaime Bayly, con tantas vueltas y revueltas (casius beili llegó a decir), pa’rribas y pa’bajos con ese término latino, el casus belli, que se aplica a los incidentes que provocan guerras.
Pero, en términos estrictamente legales ¿quién violó en realidad el territorio de la República del Ecuador? ¿Los militares colombianos que localizaron, cercaron y destruyeron la base guerrillera del comandante Raúl Reyes o el delincuente disfrazado de revolucionario que se había instalado de manera permanente en ese rincón selvático, convertido de a cojones en santuario personal al margen de las leyes ecuatorianas.
Técnicamente hablando, el miembro del secretariado político de las FARC, o sea las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, es el autor sustantivo de la trasgresión y no el ejército colombiano que, en puridad del término, ha llevado a cabo una exquisita operación sanitaria para beneficio de la paz. Profesionalmente hablando, esa era una tarea defensiva del Ecuador en cuyo territorio le habían plantado una base subversiva que generaba criminalidad, pero a Correa le ha faltado coraje para dar la orden. Ni siquiera ha querido reconocer a la tropa de Tiro Fijo como organización terrorista para no comprometerse en una contienda que, moralmente hablando, le corresponde como jefe de Estado.
Para colmo, Raúl Reyes no se llama así, sino Luis Edgar Devia Silva, como el mono Jojoy es Jorge Briceño Suárez, y Pedro Antonio Marín cobija su verdadero nombre bajo un seudónimo heredado: Manuel Marulanda Vélez, el Tirofijo de la mala leyenda. Igual que la guerra que libran contra la sociedad colombiana que constituye una agresión desde adentro, tan falsa en sus propósitos como los apodos que se han inventado.
Todo comenzó en 1948, con un pistoletazo en la cabeza de Jorge Eliécer Gaitán y, desde entonces, los colombianos se han estado matando entre ellos, con la piedad a un lado y el odio en el corazón. El enfrentamiento ha transitado etapas que van desde la simple violencia desatada entre liberales y conservadores, las reivindicaciones económicas de los campesinos, el cobro de cuentas entre sectores agrarios muy poderosos, la polarización ideológica, el choque con los narcotraficantes, hasta desembocar en una crisis grave de gobernabilidad que el presidente Álvaro Uribe ha ido controlando paso a paso, con mucho tiento en el trabajo de inteligencia y sobrado fervor patriótico.
La algarada del coronel Chávez y su alarde de guerra contra Uribe emanan un tufo a complicidad con las FARC que a nadie ha pasado inadvertido. El cordón fronterizo entre Colombia y Venezuela ha dejado de ser una tierra de nadie para adquirir la característica de Marquetalia, una de aquellas republiquetas que los llaneros colombianos, alzados en armas contra los gobiernos de Bogotá, fundaron a fuerza de balazos y justificaciones sociales. Pero, en este caso, su demarcación geográfica está en suelo venezolano y no hay coartada que tapuje a la cocaína que los financia. Ese es el grano al que Chávez le quiere poner el parche.
Pero no habrá guerra entre Colombia, Ecuador y Venezuela porque la serenidad de Uribe está respaldada por la recolección de documentos y computadoras halladas en el bucólico cuartel del gran negociador de las FARC. Maravillas tecnológicas a las que estos paradigmas del terror, como cualquier otro ciudadano del mundo, suelen confiarle sus secretos. Una indiscreción de tal magnitud que pone a disposición pública las connivencias, complicidades y consentimientos de quienes han recibido de sus pueblos la encomienda de protegerlos.
El buen componedor será Brasil, en su carácter de potencia regional. Su ministro de Relaciones Exteriores se hará cargo del trabajo diplomático de reducir las tensiones, habilitar espacios para el arreglo negociado de la disputa y programar los apretones de mano en compañía de José Manuel Insulza, el secretario general de la OEA, para quien será una buena oportunidad de justificar su salario y sus viáticos.
Jorge Daubar
Miami
Por supuesto, en Quito se escucha como un eco la voz malhumorada de Rafael Correa llamando a su embajador en Bogotá, lo que en lenguaje de cancillerías equivale a la suspensión de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Es la misma puesta en escena de Caracas pero sin amenazas de Sukois y tanques rusos. Y mucho menos con los enredos culturales que ese “causus belis” le ocasionara a Chávez en su Aló Presidente del día de hoy, hasta el punto de no saber sus oyentes si se refería a Casius Clay o a Jaime Bayly, con tantas vueltas y revueltas (casius beili llegó a decir), pa’rribas y pa’bajos con ese término latino, el casus belli, que se aplica a los incidentes que provocan guerras.
Pero, en términos estrictamente legales ¿quién violó en realidad el territorio de la República del Ecuador? ¿Los militares colombianos que localizaron, cercaron y destruyeron la base guerrillera del comandante Raúl Reyes o el delincuente disfrazado de revolucionario que se había instalado de manera permanente en ese rincón selvático, convertido de a cojones en santuario personal al margen de las leyes ecuatorianas.
Técnicamente hablando, el miembro del secretariado político de las FARC, o sea las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, es el autor sustantivo de la trasgresión y no el ejército colombiano que, en puridad del término, ha llevado a cabo una exquisita operación sanitaria para beneficio de la paz. Profesionalmente hablando, esa era una tarea defensiva del Ecuador en cuyo territorio le habían plantado una base subversiva que generaba criminalidad, pero a Correa le ha faltado coraje para dar la orden. Ni siquiera ha querido reconocer a la tropa de Tiro Fijo como organización terrorista para no comprometerse en una contienda que, moralmente hablando, le corresponde como jefe de Estado.
Para colmo, Raúl Reyes no se llama así, sino Luis Edgar Devia Silva, como el mono Jojoy es Jorge Briceño Suárez, y Pedro Antonio Marín cobija su verdadero nombre bajo un seudónimo heredado: Manuel Marulanda Vélez, el Tirofijo de la mala leyenda. Igual que la guerra que libran contra la sociedad colombiana que constituye una agresión desde adentro, tan falsa en sus propósitos como los apodos que se han inventado.
Todo comenzó en 1948, con un pistoletazo en la cabeza de Jorge Eliécer Gaitán y, desde entonces, los colombianos se han estado matando entre ellos, con la piedad a un lado y el odio en el corazón. El enfrentamiento ha transitado etapas que van desde la simple violencia desatada entre liberales y conservadores, las reivindicaciones económicas de los campesinos, el cobro de cuentas entre sectores agrarios muy poderosos, la polarización ideológica, el choque con los narcotraficantes, hasta desembocar en una crisis grave de gobernabilidad que el presidente Álvaro Uribe ha ido controlando paso a paso, con mucho tiento en el trabajo de inteligencia y sobrado fervor patriótico.
La algarada del coronel Chávez y su alarde de guerra contra Uribe emanan un tufo a complicidad con las FARC que a nadie ha pasado inadvertido. El cordón fronterizo entre Colombia y Venezuela ha dejado de ser una tierra de nadie para adquirir la característica de Marquetalia, una de aquellas republiquetas que los llaneros colombianos, alzados en armas contra los gobiernos de Bogotá, fundaron a fuerza de balazos y justificaciones sociales. Pero, en este caso, su demarcación geográfica está en suelo venezolano y no hay coartada que tapuje a la cocaína que los financia. Ese es el grano al que Chávez le quiere poner el parche.
Pero no habrá guerra entre Colombia, Ecuador y Venezuela porque la serenidad de Uribe está respaldada por la recolección de documentos y computadoras halladas en el bucólico cuartel del gran negociador de las FARC. Maravillas tecnológicas a las que estos paradigmas del terror, como cualquier otro ciudadano del mundo, suelen confiarle sus secretos. Una indiscreción de tal magnitud que pone a disposición pública las connivencias, complicidades y consentimientos de quienes han recibido de sus pueblos la encomienda de protegerlos.
El buen componedor será Brasil, en su carácter de potencia regional. Su ministro de Relaciones Exteriores se hará cargo del trabajo diplomático de reducir las tensiones, habilitar espacios para el arreglo negociado de la disputa y programar los apretones de mano en compañía de José Manuel Insulza, el secretario general de la OEA, para quien será una buena oportunidad de justificar su salario y sus viáticos.
Jorge Daubar
Miami
Lo unico que nos faltaba, haciendo apologias a las matanzas, no importa con que o cual de todas las pinturas o vistas que existen. Me recuerda a chiapas, cuando un presidente que todos conocen dijo que era falta de voluntad politica, y luego de llegar al poder... mas de lo mismo. Sr. Daujar, en verdad tenia mejor opinion de ud, pero gracias por mostrarnos que no pasa de ser otro acefalo que rinde culto al dios del fuego y del plomo, y de creer que el odio, la ira y la sinrazon es la solucion de todos los conflictos y crisis del mundo, de ser asi, quizas en irak a diario no hubiesen bombasos, en afganistan los talibanes habrian desaparecido, y las farc no llevarian mas de 30 años viviendo en la selva secuestrando, y los paramilitares no habrian bañado en sangre las poblaciones, y los narcotraficantes se habrian afianzado en el gobierno y convertido a colombia en la referencia de la droga en esta parte del mundo. Gracias una vez mas por tanta inmundicia, en ves de llamados a la conciliacion que es lo necesario para el pueblo de colombia. Me recuerda a otros periodistas que piden la libertad de su patria por el fuego y la sangre ajena, alimentando asi el odio entre todos los que de una forma u otra, intentan reconciliarse.
ResponderEliminarAunque creo que la arremetida de Chávez y Correa contra Colombia es principalmente un ataque preventivo porque la evidencia los pone como injerencistas, tenemos que considerar que si viene la guerra, Colombia va a necesitar apoyo material significativo ya que su parque para una guerra convencional es más antiguo que el de Venezuela. En el interim no quedara más remedio que proveer apoyo aereo de parte de EEUU contra cualquier incursión venezolana en Colombia. Espero que el modelo de apoyo a Gran Bretaña durante la guerra de las Faklands/Malvinas es el que EEUU debe de seguir. Estabilizar al paciente primero y después liquidar la enfermedad. Si viene esta guerra no necesaria lo siento mucho por los venezolanos y por los colombianos pero los venezolanos tienen que quitarse a este bufón de líder. Es peligroso contra ellos mismos.
ResponderEliminarThucydides
no existe la más mínima posibilidad de que usa se involucre en una guerra entre colombia-venezuela-ecuador. usted es más mediocre que el acéfalo que escribió este post.
ResponderEliminarpero de todas maneras, no se embulle, no habrá guerra.
ya acaba de publicarse que el ministro de ecuador que se reunió con el tal reyes era para buscar la liberación de la betancourt y otros rehenes, y había informado del meeting a uribe en bogotá, en persona.
si ecuador hubiese aceptado las disculpas de colombia, habria salido a relucir esta información?
y no crea 100% lo que están diciendo de lo que había en la computadora, aquí todo se altera, se le quita y se le pone. eso es evidencia más que contaminada. algún gringuito debió haber tocado el disco duro de la laptop del guerrillero terrorista antes de la conferencia de prensa.
Como siempre los apologistas de los terroristas ya salieron a defenderlos. Es increible que alguien pueda defender a estos desalmados secuestradores que solo se merecen la carcel, por sus abusos, crimenes y desmanes en contra del pueblo colombiano. Uribe ha hecho lo que tenia que hacer, darles candela hasta que se acabe esta plaga de asesinos. Ya salierona decir que la computadora fue cambiada y alterada. Las pruebas del contubernio entre Ecuador y Venezuela con los narcotraficantes de las FARC estan ahi para quien no quiere ser ciego y verlas. Pero los defensores de Chavez siguen echandole pestes y hablando mierdas de Uribe.
ResponderEliminarMuy bien por el Presidente Uribe, el cual tiene el apoyo de la mayoria de los colombianos para acabar con esa lacra y plaga que son los narcotraficantes y terroristas de las FARC.
Ya que el último anónimo decidió dirigirse a mí, me gustaría preguntarle si no debemos de creer al Presidente Chávez cuando dice que el Presidente Uribe y su gobierno solamente son una cabeza de lanza del "Imperio" (también conocido como EUA). Si creemos esa afirmación del Presidente Chávez EUA ya están interviniedo en el conflicto Venezuela-Colombia.
ResponderEliminarThucydides
Del Mico Chavez no hay que creer nada. Tambien dijo que el Cagalitroso en Jefe andaba paseando por los pueblos de Cuba por la noche. Y el susodicho Cagalitroso estaba al borde de la muerte segun sus mismas reflexiones.
ResponderEliminarTambien dijo que iba a suspender los envios de petroleo si perdia el referendum del 2 de diciembre y nada de eso paso. El Mico Chavez tiene la misma credibilidad que el Mentiroso en Jefe. Mucho hablar y nada de accion. Ojala que parara los envios de petroleo a USA, porque asi si que se hunde en el pantano para no salir. El petroleo de Venezuela con su alto contenido de sulfuro solo puede ser refinado en las refinerias de USA. Y la ultima vez que lei las noticias, el petroleo que yo sepa, no se puede comer. Que ira a hacer con el petroleo entonces?
Parece ser que al designado presidente de usa,jorgito el inquieto,no le basta con haber polarizado su propio pais,haber hundido a sus compatriotas en la mayor crisis economica desde la decada del 30,haber convertido al medio oriente mas inestable politica y socialmente y al borde de un conflicto internacional,haberle vendido su pais a los chinos,haber disparado los precios del petroleo como
ResponderEliminarnuncas antes(aumentando la crisis economica en el mundo entero,haber
encarecido el precio del maiz y el trigo asi como del resto de los alimentos basicos de los paises pobres.Ahora jorgito desea que
antes de su retiro de la casa blanca america se convierta en un polvorin para que sus socios fabricantes de armas puedan vender mas(a las dos partes).
Que travieso nos ha salido este Jorgito.Cualquier parecido con el anticristo no es coincidencia.
No entiendo como se pueden escribir tantas cuartillas sobre Colombia y su guerra civil,sin nunca mencionar a los dos enemigos enfrentados.Siempre mencionan a las FARC y sus latrocinios. Pero es que existe tambien el otro equipo.El de las Autodefensas de Mancuso y sus lugartenientes,que tambien cometen tremendas matanzas,motosierras en mano.Mientras esto no quiera verse asi,el conflicto,que no tiene solucion militar,perdurara.
ResponderEliminarMientras se ampare a un equipo y se soslaye esa otra cara fea tambien del conflicto, mas muertos pondra el pueblo colombiano.
La paz esta en un acuerdo politico
con vistas a resolver los graves problemas sociales y economicos que
aflijen a Colombia. Ninguno de los dos equipos puede pretender avasallar al otro e imponer 100 %
su voluntad al adversario,que son,los dos,todos colombianos.Como se dice,el sol debe salir para todos si se quiere encontrar la paz.
Quién fue primero, ¿la gallina o el huevo? ¿Las FARC, ELN, EPL, el extinto M19, o las AUC? ¿Causa y efecto? ¿Acción y reacción? Seguridad democrática es mi elección.
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