Funcionario cubano discrepa de Gerardo Arreola
(corresponsal en La Habana de La Jornada, México)
Terminábamos la mesa final del coloquio que la Feria Internacional del Libro (FIL) en La Habana dedica al poeta César López, como autor homenajeado, cuando entre un café y otro me cayó en la mano un artículo publicado este sábado en La Jornada por Gerardo Arreola, su corresponsal en la isla. Aludía al discurso de César en el acto inaugural de la FIL, que la televisión cubana transmitió íntegramente ese mismo jueves, lo manipulaba vergonzosamente y en lugar de informar a sus lectores sobre la trascendencia cultural y política que para el país sobre el que escribe tiene el acto y el evento que se inauguraba, "interpretaba" las palabras de César de un modo que no puedo menos que considerar ofensivo y disparatado. Para quien, como yo, había escuchado unos minutos antes juicios críticos y valoraciones profundas sobre Libro de la ciudad y Circulando el cuadrado, dos volúmenes esenciales de César López, verdaderas aportaciones al quehacer poético y narrativo cubano, respectivamente, y había visto al poeta terminar el coloquio con palabras que expresan desde lo más íntimo su raigal compromiso artístico y humano con la patria, el artículo de Gerardo Arreola era una completa farsa, una más de esas mediocridades insultantes, que a ciertos periodistas resulta cómodo escribir contra la Cuba revolucionaria. Es lamentable, pensé, que alguno de mis amigos mexicanos (o de los muchos amigos que tiene la Cuba revolucionaria en México) tenga sólo esta imagen de la inauguración de la FIL en La Habana, en el mismo momento en que todos los espacios del recinto ferial se desbordan de lectores agradecidos y en que Argentina, el país invitado de honor de este año, muestra la fecundidad de su cultura en diálogo abierto con un público que es capaz de apreciarla en toda su riqueza. Hubiera quedado en eso, al menos para mí, pero Gerardo Arreola "interpreta" a César López y desafina mucho, y hay asuntos que duelen e indignan muy hondo. Tergiversar la alusión de César al asesinato del poeta cubano Juan Clemente Zenea por el gobierno colonial español en la Fortaleza de La Cabaña, actual sede de la feria ("lugar bélico y oprobioso, donde el poeta, la poesía, fueron humillados"), y emplearla para introducir de contrabando la idea de que La Cabaña fue "un baluarte militar de la Colonia, prisión después del triunfo de la revolución" y pretender que César quiso decir que fue la Revolución quien encerró y asesinó poetas en este recinto, es de una bajeza imperdonable, para cualquier cubano, y seguramente dolió mucho a César, quien sí sufrió en lo más íntimo el asesinato de un amigo entrañable y nada anónimo, Frank País, por la dictadura a la cual esta Revolución tuvo que derrocar a sangre y fuego para hacer valer el derecho de todos los cubanos a esas patrias que José Martí nos mostró: Cuba y la noche, ¿o son una las dos?, la misma Revolución que convirtió los cuarteles en escuelas. Tal vez esa ignominia, ese intento de Arreola de manipular la poesía y humillarla para atacar a la Revolución, me fue más indignante porque cuando empecé a leer su artículo iba yo a escuchar poemas en la Tribu de la Palabra, un balcón de La Cabaña abierto a la poesía y la prosa, desde donde se contempla el cenotafio de Zenea, el poeta asesinado. Pero demoré ese placer por la urgente necesidad de escribirle esta carta e intentar reparar la ofensa de Arreola, respondiendo su agravio. Casi todo en el artículo de Arreola es manipulación, mentira y ofensa a Cuba y su Feria Internacional del Libro, pero en este asunto del sucio manejo que hace del asesinato del poeta, el corresponsal de La Jornada rebasó cualquier límite que la decencia y la justicia histórica puedan tolerar. Agradecería mucho la publicación de esta carta en La Jornada.
Edel Morales, poeta, director del programa literario de la FIL de La Habana.
Respuesta del corresponsal
El señor Morales está en su derecho de interpretar mi nota, de discrepar de ella totalmente o en partes y hasta de atribuirme supuestas intenciones. Pero difícilmente se puede ir más allá con un texto injurioso como el suyo. "Casi todo", dice Morales de mi nota, es "manipulación, mentira y ofensa a Cuba y su Feria Internacional del Libro". Los lectores podrán comprobar en nuestra edición del sábado el tamaño de este despropósito. Agradeceré la publicación de estas líneas en El Correo Ilustrado.
Gerardo Arreola, corresponsal en Cuba
miércoles, febrero 14
¿Continuación o final de la polémica?
Un amigo me acaba de enviar de Cuba esta pequeña polémica que, de cierto modo se inserta, en la que han protagonizado los intelectuales cubanos recientemente. Con la excepción que involucra a un corresponsal extranjero y un funcionario gubernamental. Es de notar que hace tiempo no se veía algo así. Se pregunta mi amigo cubano si esto es ¿la continuación o el final de la polémica intelectual?
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Este poeta Edel, parece que ha sufrido un ataque de pánico ante tanta verdad impresa...
ResponderEliminarDesde luego que La Cabaña fué, desde los tiempos coloniales, un lugar oprobioso. Y eso que no se dice que también fué escenario de muchos fusilamientos arbitrarios y carcel de miles de presos políticos a partir de 1959 y no se hasta que año. Lo que dijo Arreola es la verdad, no hizo más que reportarla, y eso fué lo que no gustó. Se pasó de la raya, según el que escribió el ataque.
ResponderEliminarNo, no creo que el debate termine, pues es mas facil dejar a los escritores e intelectuales hablar, que tener que escuchar a la gente del pueblo expresar todas sus quejas, en otras palabras el "debate" intelectual de los ultimos dias es la "valvula de escape" a la frustracion actual de la sociedad cubana, ante un inmovilismo total por parte de los gobernantes cubanos y la prolongada agonia que conlleva esperar pasivamente el ultimo suspiro del comandante, tambien el hecho de que no tienen la posibilidad (el pueblo) de tirarse en una balsa como en otras epocas y venir a la florida...
ResponderEliminarBravo por Arreola, que tiene el coraje de reportar,realidad coherente y no ideas delirantes. para el todos mis respetos. Una fresca alternativa a los reporteros que se venden por miedo a que les cierren el placet en Cuba.
ResponderEliminarEn cuanto a este Edel Morales, ya conocemos la rutina. O es un imbecil paranoide, porque de que los hay, los hay. O es un loro mas, con el miedo clasico a que lo dejen sin plumas. Nada, que para este enajenado, fuera del Gramma, todo es enemigo.
Me temo que esta polémica no ha hecho sino empezar... es como la válvula de escape de una olla de presión que si intentas taparlo o enfriarlo demasiado rápido, la olla explota...
ResponderEliminarBueno, obviamente el texto de Arreola es mesurado e incluso, cuando dice ''lugar bélico y oprobioso, donde el poeta, la poesía, fueran humillados" que Edel cita como suyo, en realidad está citando a César...
ResponderEliminarAhora, reducir la Cabaña a "baluarte militar desde la Colonia, prisión después del triunfo de la revolución de 1959" es mutilarle el resto de la historia. Por años este lugar ha sido también Museo, recinto de las Bienales de La Habana, recinto ferial, etc. Desde mi perspectiva ninguno de los dos es inocente ni totalmente culpable. Ahhh! la literatura y su interpretación. Y el debate, no lo para nadie a estas alturas...
y durante las dictaduras de machado y batista la campana no fue un club social. que se sepa.
ResponderEliminarasi que vamos a hablar toda la historia.
sino estamos en el plano de los organizadores de las 10,000 crucecitas en tamiami park, que solo recuerdan a los que murieron combatiendo contra fidel desde 1959, y ahora con la categoria de los balseros tambien en el show.
me gustaria ver una protesta de este tipo pero que incluya a todos los que han dado su vida por una cuba libre, decente, sin corrupcion y dictaduras. porque la vida del ser humano tiene un valor sagrado.
lo mismo vale el que murio en giron en uno u otro bando, que los infelices que fusilo huber matos en camaguey, o las victimas de batista como frank y josue pais, abel santamaria y muchisimos otros.
todos son cubanos.
quise decir "la cabana", pero en el apuro de escribir puse la campana.
ResponderEliminarsorry.