martes, junio 19

No hay fecha para vuelta al poder, dice Fidelito

El hijo del presidente cubano, Fidel Castro Díaz-Balart, no quiso dar ninguna fecha para la eventual vuelta al poder de su padre, enfermo desde el pasado julio, al tiempo que alabó al "actual equipo" dirigido por su tío, Raúl Castro. El hijo de Castro hizo estas declaraciones en El Cairo a un grupo de periodistas, al término de una gira en la que, como Asesor Científico del presidente cubano, ha visitado Qatar, Yemen, Siria y Egipto. "No soy médico ni especialista en pronósticos; (la vuelta al poder de Fidel) será en el momento apropiado, cuando se den las condiciones personales y los requisitos de gobierno", dijo Castro Díaz-Balart. "Actualmente está en fase de plena recuperación y ha superado en lo fundamental la gravedad de su estado", afirmó, sin querer hacer por ello un pronóstico. En todo caso, recordó que "el actual equipo de gobierno ha logrado junto al pueblo cubano una continuidad del propio proceso (político) que no se ha visto interrumpido por esa gran desgracia'', en referencia a la enfermedad del líder cubano. El científico explicó que la última vez que conversó con su padre lo encontró "bien", pero no quiso precisar cuándo fue esa última vez: "soy físico, y para nosotros el tiempo es relativo, pero fue una conversación reciente". Para el hijo del presidente, "no hay en Cuba ninguna transición tal como proclaman los medios internacionales", y de hecho la cuestión de la sucesión en el poder "es más problema fuera que dentro de Cuba".

2 comentarios:

  1. ¿No se han dado cuenta que desde que el padre esta fuera de circulacion, fidelito esta que no para la pata? Parece una estrella viajera. Que se deje de pajas,el sabe que el padre no va a regresar.

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  2. Y he aqui que chacales y hienas viendo al viejo leon enfermo y cercano ya el fin de sus dias, clamaron en coro al espiritu de la selva: "Oh, señor, libranos del terrible leon, que es una bestia carnicera". A lo que este les pregunto: "Acaso pastan ustedes la mansa hierba?". Ante su pregunta ambos se marcharon en silencio. Una agotada gacela que esto oyo miro con ternura a su cria que jugaba en la maleza; alegrandose de que, en medio de tantas fieras, solo una la corona llevara puesta.

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