Según el diario The Washington Post, el presidente Bush permitió actividades secretas de vigilancia en un orden ejecutiva firmada en el 2001. Esas actividades eran parte de un programa de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Pero el diario sostiene ahora que el presidente ocultó la amplitud de esas actividades. Fueron mucho mayores que lo anunciado. Al menos es lo que acaba de admitir el director de la NSA. Aparentemente la vigilancia fue más allá que la simple lectura de correos electrónicos o la escucha de llamadas telefónicas. El articulo.
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