ORLANDO – Y la perdedora es ... Hillary Clinton. En ella se concentraron los republicanos durante su debate el domingo en la noche. El ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani acudió al humor para golpear a Clinton, y exclamó "¡Usted tiene que estar bromeando!" cuando le preguntaron si su posición sobre el aborto y los derechos de los homosexuales era distinta a la de la precandidata presidencial demócrata. "Hay dos cosas en las que coincido con Hillary Clinton. Primero de todo, los dos somos fanáticos de los Yanquis", dijo, provocando carcajadas. "Un momento, yo me convertí en fanático de los Yanquis durante mi niñez en Nueva York. Ella se convirtió en fanática de los Yanquis cuando crecía en Chicago", manifestó sobre la ex primera dama, que se mudó a Nueva York para postularse al Senado en el 2000. Relajado, sonriente y de manera coloquial, Giuliani vendió su imagen como líder de las encuestas y criticó a Clinton de la misma manera que lo hizo con otros de sus colegas republicanos. "Lo hizo muy bien y fue muy divertido y efectivo", expresó el encuestador republicano Whit Ayres. "No hay que subestimar el valor de la experiencia en estos foros. Obviamente él es un hombre inteligente y se ha sentido muy a gusto". Clinton es un blanco fácil entre los republicanos, a pesar de que lidera las encuestas de todos los precandidatos a la presidencia. Los 3.300 republicanos presentes en el debate festejaron cada alusión a Clinton. El foro fue patrocinado por el canal de noticias Fox y el Partido Republicano de la Florida. Mitt Romney, que lidera los sondeos en los estados de Iowa y Nueva Hampshire, desafió la experiencia de Clinton. "No ha gobernado un estado importante. No ha gobernado un estado. No ha gobernado una ciudad. Nunca ha gobernado nada", manifestó el ex gobernador de Massachusetts. El mayor aplauso de la noche también fue a costa de Clinton. El senador John McCain mencionó los esfuerzos de Clinton de gastar un millón de dólares en el Museo Woodstock para conmemorar uno de los acontecimientos más contraculturales de los años 60. "Ahora, mis algunos, no estuve allí. Estoy seguro de que fue un suceso cultural y farmacéutico", dijo McCain. "Estaba atado en ese momento", dijo, arrancando un aplauso de la audiencia por los años que pasó como prisionero de guerra en Vietnam. El ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee, por su parte, expresó: Me gusta ser chistoso. [Pero] No hay nada chistoso con tener a Hillary Clinton de presidenta".
(AP)
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