Por Orlando Urdaneta
Corresponsal de Guerra de lejitos para Noticias 24.

CIFRADO (EXTRA – ESPECIAL) 3 / 03

¿Es en serio?
Muy importante resulta para mí, el establecer la seriedad o no de estas amenazas bélicas. Si es una baja de litio, puede pasar. Pero si esta hablando en serio, me coloca en una posición muy incómoda. En mi caso especialmente delicadas, dado que trabajo en Miami para Radio Caracol.
Todos me escuchan por caracol1260.com. No tengo escapatoria. Lo cual me colocaría en el tránsito entre el espionaje o la traición a la patria. Ahora, ¿a cuál patria? ¿A la que nos señaló el Libertador? ¿A la que me enseñaron en Bochalema, Norte de Santander, donde estudié, que éramos Colombia y Venezuela. O la que me enseñaron en el colegio Los Caobos y el Liceo Andrés Bello, que éramos Venezuela y Colombia. Qué confusión, por Dios. Si yo me eduqué allá, ¿que soy?
¿Soy un espía venezolano inoculado tempranamente en Colombia?
¿Soy un niño de Brazil o en este caso de Colombia, que se va a activar durante esta crisis?
Si caigo en manos de los colombianos, en medio dee este horror, me pedirán que delate a mis contactos. Mi amistad con Dalita Navarro, ahora de Betancourt. Si nombro a Plinio Apuleyo, perderé la amistad de Soledad Mendoza. Pero es que salgo fotografiado con todos ellos en cientos de almuerzos. En oligárquicos festines. ¿Sabrán del Circulo Razziano?
Yo se que Puente Leiva es chavista, pero no creo que haya dejado de ser mi amigo. Claro pero estoy involucrando a México innecesariamente. Qué necesidad tenía yo de hacer amistad con esa clase de gente. O esta gente de clase. Y todo por culpa de Pedro León Zapata. Dónde se irá a meter Sofía Imber en todo esto.
A mí solo me han torturado en las películas, no agraviando mis cinco matrimonios.
Espero que no este ofendiendo la memoria de mi confesor en Colombia, el padre Luis Aristizabal o de su sobrino Oto Otis, que vive en Venezuela. Padre Otis, escóndete, que estás muy cerca de Yare y éstos no creen en Dios. Espero que esto no sea una delación mía. Ellos saben que, conmigo, su secreto esta a salvo.
Pero yo he actuado en cine y en television con Cecilia Villareal, Flavio Caballero, con Carlos Muñoz.
Claro que también con Amparo Grisales, la Gallegos y Juana Pérez. Por lo menos estas, estan buenísimas y vale la pena morir por ellas.
Pero por Alvaro Serrano que es tan feo. O por Anita Valencia que nunca me dejó tocarle nada.
Y esto, a despecho de cual deba ser mi actitud en De Regreso a Casa, donde el ünico que no es colombiano soy yo. Ellos me brindan café a cada rato. No se si, ahora, le pondrán Racumin u otro raticida.
Mi jefe Carlos Cataño es demasiado amistoso conmigo. Ahora no sé. A lo mejor me cree un espía venezolano y desea eliminarme.
¿Y que ocurriría si de Venezuela me llega la orden de exterminarlos yo a ellos?. Tendré el valor para hacerlo. Le podré brindar un pan de bono envenenado, a Marisol Correa, para dejar a los colombianos, sin risa. O peor, sin humoristas. Puedo invitar a Chocolate, a Saulo García y a Leandro Fernandez a un paseo en mi carro y volarme con ellos. Pero no como lo hace Britney Spears, sino volarme en serio. Pero por cuál precipicio, si en Miami las unicas lomas que hay, son las lomitas de los campos de golf.
Qué stress. Qué confusión. Y ahora el Ecuador mecido de este lamento, hace que este presente en mi existir, la duda de si no habré estudiado también allí cuando niño. Al menos tengo vagos recuerdos de Ecuador. De una profesora que me nombraba con insistencia el Ecuador. Era en Geografía Universal. Y yo que siempre soñé con que entráramos en Guerra con Japón. Con la esperanza de perderla, claro.
Ahora que, pensándolo bien, podría refugiarme en el consulado de Colombia aquí en Miami, para entregarme en Cuba a las Fuerfzas Armadas Venezolanas, bajo la protección de las FARC. Declararme desplazado de la guerrilla norteamericana “Comandante Oliver Stone” y pedir asilo en Belice.
No sé. No sé. No sé…
Y tanto que admiro al Gabo… ¡qué cagada!
(Cortesia Noticias 24)