Es cierto, Fidel Castro no es el “secretario general” del partido comunista cubano, como dice el apunte, sino que era el “primer secretario” de la entidad. Pero releyendo la proclama donde delegó, entre otras responsabilidades, la de primera secretario a su hermano, otras cuestiones muchos más importantes salen a relucir. Dijo:
Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional de la Revolución Energética en Cuba y de colaboración con otros países en este ámbito en el compañero Carlos Lage Dávila, Miembro del Buró Político y Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados, como he venido haciéndolo personalmente, por los compañeros Carlos Lage Dávila, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Francisco Soberón Valdés, Ministro Presidente del Banco Central de Cuba, y Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores, quienes me acompañaron en estas gestiones y deberán constituir una comisión para ese objetivo.
Como se sabe - aunque nunca se sabe, porque cuando se confunde el cargo de “primer secretario” con el de “secretario general” todo es posible – tanto Lage como Felipe fueron defenestrados y Soberón se fue a su casa a escribir libros, la pregunta es, quién está a cargo de las finanzas de salud pública, educación y sector energético. El “primero secretario” no lo es, seguramente. Y el “secretario general”, mucho menos. ¿Quién, entonces?
como en miami, los alcaldes le echan la culpa de los problemas, o mejor dicho, la corrupción, a los comisionados y viceversa. entonces le enfilan los cañones a los jefes de departamentos, que después se la pasan a un subordinado, y todos le echan después la culpa a los liberales, a los democratas, a fidel y chávez, a the miami herald, y en definitiva no se sabe quien gobierna.
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