Por Norberto Fuentes
Si se diera el caso de
que Hugo Chávez Frías apareciera durante los próximos días, saltarín y
sonriente, en un video que los medios oficiales cubanos y venezolanos
distribuirían con soltura, en ese momento Fidel Castro habrá consumado su mayor
triunfo político de las últimas décadas. Me lo estoy imaginando, quiero que
sepan. Por lo pronto olvídense de Raúl y de los dirigentes venezolanos del
segundo escalón y hasta de la Casa Blanca de Obama. Él es el que está de nuevo
al mando, y —lo verdaderamente decisivo— a todos los adversarios los tiene
acorralados. Ahora imagínense a ese Fidel Castro diciéndole a Chávez ante la
puerta refrigerada de la sala reservada de cuidados intensivos: “Hugo,
levántate y anda”. La oposición venezolana se creyó el cuento y ha ido ganando
confianza. Vieron su oportunidad, donde no había más que el paso obligado de
una emboscada. Que se preparen ahora, es decir, que se pongan a resguardo.
Claro que desconocen uno de los principios básicos de la supervivencia en
nuestro principado. Cuando él te suelta cordel, y más cordel, y rollos enteros
de cordel, aguántense. Ya ni se toma ningún cuidado, ningún recato, para
gobernar Venezuela desde La Habana. Y ni siquiera desde el Palacio de la
Revolución, sino en faena deportiva desde un sillín de su casa.
El mesías ha regresado.
De haber conocido la fórmula años antes, le hubiera ido de maravillas, y hasta
no se le hubieran reventado las tripas. No hay nada mejor para gobernar —lo
sabe ahora— que no ostentar ningún cargo, que no ocupar ninguna
responsabilidad. Y puedes emplear toda la manito de hierro que quieras. Total,
son tus alguaciles los que se embarran. Pero le costó trabajo entenderlo.
Corrían historias en La Habana de lo triste que estaba. Sus reflexiones dejaron
de publicarse y se decía que buscaba refugio en el llamado Polo Científico.
Pero ha habido como un cambio de frecuencia. La forma en que se filtra de nuevo
en las noticias ha sido virtualmente imperceptible. Ha ganado libras y se ve
más llenito y tiene el estudio de su casa lleno de presidentes
latinoamericanos. Qué Camp David ni ocho cuartos. Esa casa en el perímetro
cercano del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) está
adquiriendo para América Latina la misma categoría del Moscú de los años 70,
cuando el Kremlin era la capital política del mundo.
Pero… esa puerta
acristalada, de la que surgen las nubes de condensación al contacto con la
temperatura ambiente exterior, ¿es de una sala de cuidados intensivos o la
morgue? Si es la segunda, caballeros, y lo que tenemos es que Hugo Chávez se
murió hace días y que todos esos decretos y decretos leyes y nombramientos de
vicepresidentes ejecutivos y cancilleres y mensajes al Congreso y saludos a las
Fuerzas Armadas y al pueblo venezolano y, sobre todo, a los niños amados de la
Patria, han sido emitidos en verdad por el festín de los herederos, entonces
sepan que estamos lidiando con un Fidel Castro que también ha aprendido a
gobernar desde la muerte. Lo único que tiene que hacer es trasmitir los
encargos más recientes del Comandante Presidente través de los medios. Si
acaso, como ejercicio para las cámaras de televisión, extraer del bolsillo un
papelito doblado y hacer como si se leyera cualquiera que sea la reciente
disposición de Gobierno, aquí la traigo, calentita como pan sacado del horno. Y
ahora, para mayor intensidad del serial, le vienen a Fidel con la noticia de
que los panameños con apoyo canadiense entran en la bronca a través de la OEA.
Quieren, exigen, demandan, una investigación plena, absoluta, satisfactoria, de
lo que ocurre en Caracas. Con las ganas que le tiene Fidel desde el golpe de
Estado en Honduras. Pues me aguantan el video de Chávez. Vamos a darle unos
días. Que resucite a mediados de la semana que viene. ¿Y los yanquis no han
mordido todavía? Ummm. Aguántenme un poco. Aguanten. Y sigan dando
cordel. Sigan. Que aquí se resucita cuando la Revolución lo determina.
Pero no hay que tomarlo
a mal ni verlo como un desalmado. Los insultos están de más. Realmente me
asombra la manera en que sus enemigos y especialmente los cubanos terminan
cualquier juicio sobre Fidel —con los peores calificativos sobre su persona y,
de más está decirlo, sobre su progenitora. Es una reacción inexplicable ante un
tipo por el solo hecho de ser tan eficiente en su trabajo. Entiendan. Por lo
menos léanse El padrino, o vean la película. It´s business, nothing
personal. Si acaso, aprendan a disfrutarlo. Porque el tipo, además, se está
divirtiendo. Calculen que ahora lo que él saborea con mayor deleite —más que
los objetivos políticos logrados en cuestión de semanas—, es el ridículo en que
va a poner a medio mundo. Oh, Dios, cómo goza.
© Norberto Fuentes 2013
Visitei o vietname e entrevistei-me com o general Vo Nevyen Giap estratega da batalha de Dien Bien Phu,falei-lhe do que fazia todos os dias em Cuba o general só dizia eu durmo,penso e medito,continuei a falar do que fazia e o general continuava a dizer eu durmo,penso e medito.Pensi para comigo este está loucoFidel Dixit a julgar por Norberto Fuentes finalmente compreendeu o que o general vietnamita actualmente com 101 anos e muito activo politicamente (bauxite)queria dizer.Rui estàs em muito boa forma mental.
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