jueves, marzo 17

El 'Grupo de Hialeah' a la conquista de Miami tras la expulsión del alcalde

La expulsión el martes del alcalde del condado Miami-Dade, Carlos Álvarez, por la aplastante mayoría de los electores, 88%, puede no traer necesariamente un poco de alivio a los empobrecidos habitantes de la mayor área metropolitana de la ciudad.
Álvarez fue sacado de la alcaldía cuando la ira popular se concentró en su persona, tras la aprobación hace cinco meses de un férreo presupuesto municipal. El plan, acabó con muchos de los servicios sociales, redujo considerablemente las ayudas populares y decretó un aumento considerable en los impuestos a la propiedad, lo cual afectó a la aplastante mayoría de los residentes de bajos recursos.
El miércoles, un desconocido Álvarez - tembloroso, llorón, emocional y, por veces, inseguro - lo dejó entrever en una conferencia de prensa, donde admitió lo obvio, que lo habían sacado de la alcaldía de modo humillante, por 88% de los votos. "Sólo quise mejorar la calidad de vida de la gente, pero tuve la mala suerte de ser alcalde en un área metropolitana en tiempos de crisis", dijo Álvarez. Pero, "el próximo alcalde va a tener que lidiar con un presupuesto así", agregó.
Es cierto que los que impulsaron la expulsión del alcalde nunca adelantaron una alternativa al presupuesto aprobado por la mayoría de los concejales. En parte porque el odio popular hacia Álvarez fue tan intenso que no hizo falta grandes argumentos para derrumbarlo. El gran argumento político de los opositores al alcalde se redujo únicamente a manifestar la necesidad de un gobierno de menores dimensiones.
"La gente vio en Álvarez la personificación del mal sin percatarse realmente de que no tuvo mucho margen de maniobra. las circunstancias lo obligaron a ajustar el presupuesto pero él, quizá por su personalidad, tampoco supo explicarse mucho", dijo el analista de la Universidad Internacional de Florida, Daniel Álvarez.
Pero Álvarez no estuvo sólo en la confección y aprobación del presupuesto que, en ultima instancia, provocó su caída. Álvarez - su salida de la alcaldía es efectiva el viernes - es un ex jefe de policía del condado Miami-Dade, que llegó a la alcaldía del condado sin gran experiencia política o de administración de finanzas.
Tuvo la suerte de encontrarse con George Burguess, el administrador del condado, en la practica el hombre de las finanzas, las grandes decisiones y, sobre todo, el único de los dos, capacitado para diseñar los presupuestos.
Con déficit de casi 500 millones, Burguess logró convencer a Álvarez de la necesidad de los recortes sociales, jugando con el hecho de que el conjunto de los concejales lo iban a secundar. Pero el apoyo fue parcial. Sólo 8 de los 13 concejales secundaron al alcalde y eso fue suficiente para desestabilizar a Álvarez, que había gozado siempre un apoyo estable.
Las primeras reacciones no tardaron en surgir. El multimillonario Norman Braman, manifestó su disposición a apoyar un referendo revocatorio y dijo que lo pagaría de su bolsillo. Rápidamente se le unieron dos grupos de personas de bajos recursos, en menos de dos meses había logrado el número de firmas necesarias y el proceso de revocar el mandato de Álvarez comenzó a rodar.
Pero no como estaba planificado desde el inicio. La idea inicial era revocar al alcalde y a los ocho concejales que lo secundaron. Sin embargo, y sin grandes explicaciones, siete de los nombres desaparecieron y el revocatorio se concentró en dos personas, el alcalde y la concejal Natacha Seijas, electa por la ciudad de Hialeah, una de las 32 ciudades que integran el condado Miami-Dade.
El miércoles varias fuentes dijeron a ELMUNDO.es que la "desaparición" de los siete nombres obedeció a una estrategia política con dos vertientes: no molestar a los electores anglos y afroamericanos que los eligieron, y por otro lado, promover la llegada al condado del llamado "grupo de Hialeah".
El "grupo de Hialeah", como se le conoce informalmente, estaría compuesto por políticos relativamente jóvenes, de matiz republicano, que han logrado posiciones de destaque tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes del estado de Florida y en algunas partes de la administración del condado, pero nunca ha logrado controlarlos totalmente.
Hialeah también conocida como "la Ciudad que Progresa", es un área suburbana donde se concentra la mayoría de la comunidad exiliada cubana, principalmente de bajos o medios recursos. Antes de Álvarez, el condado siempre eligió alcaldes que no estaban conectados con ese grupo. Fueran anglos o hispanos, lo cierto es que siempre vinieron de otras áreas.
Pero para lograr ese acceso había que sacar a la concejal Seijas, de por si bastante impopular, ya que sus posturas bastantes conservadoras e imprevisibles la hace imposible de manejar.
El "grupo de Hialeah" no tiene una cabeza visible. Pero el martes, menos de una hora después que la derrota de Álvarez era evidente, el actual alcalde de Hialeah, el cubanoamericano Julio Robaina, se presentó en una popular emisora de radio del sur de Florida y dio claramente a entender que piensa postularse a la alcaldía de Miami-Dade.
"Ya estamos listos para iniciar nuestra campaña. Tenemos que pensar en nuestra comunidad, en su futuro. Estamos listos para llenar ese vacío de liderazgo que ha existido en este condado", dijo Robaina a la emisora 670AM.
No está claro cual seria el alcance real de ese grupo que ha estado en gestación por décadas. Se compone de una intricada red de políticos, cabilderos, manipuladores de influencias, recaudadores de fondos y movilizadores de la opinión pública, que pudieran llenar una cierta cantidad, todavía no muy clara, de plazas que van a quedar vacantes en los próximos días en la alcaldía del condado.
Es que la salida de Álvarez trajo un verdadero "tsunami" a la alcaldía del condado. El primero fue Burguess, el leal administrador de Álvarez, que se enteró que seguirá desempleado porque el miércoles por la mañana lo vetaron para dirigir el sistema de hospitales públicos de la zona.
Pero todo el entorno del alcalde, asesores y consejeros también desaparece, a esto se le suma una serie de jefes de departamento que fueron nombrados a dedo.
Y si los concejales, con la ayuda del nuevo alcalde que deberán elegir o escoger "a dedo", deciden reformar el sistema de gobierno, lo más natural es que muchas más plazas desaparecerán del mapa.
Pero los "boys" de Hialeah están al asecho.

3 comentarios:

  1. Norman no contemplo' este repliegue del volcan que provoco con la revocacion de Alvares ,ya podemos comenzar un revocatoro al señor Norman para vetar cualquier iniciativa por parte de este mismo.
    El señor Norman ha lideriado la campaña del revocatorio para extirpar de la alcaldia del condado a un menos malo para que lleguen los verdadero malos .
    De seguir el curso de este grupo con su lider (bananero ) al frente ,el actual alcalde de Hialeah ,pron to tendremo un nuvo slogan "Miami-Dade ,el condado que progresa ",claro al mejor estilo de una ciudad del tercer mundo ,como Hialeah que su progreso esta en vigencia desde hace mas de cuarenta años y aun se esperan los resultado visibles para corroborarlo .
    Por ultimo si ya tenemos Ciudades tercermundista o bananera como otros les llaman dentro de USA ,pronto tambnien tendremos condados con iguales caracteristicas .

    CuMi (r.b)

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  2. hay una palabra para definir lo que viene después de alvarez: meao de cotorra. es decir, la salvación es julio robaina, el alcalde hialeah, un corrupto al que llaman roba-y-na que está envuelto con su esposa en el escándalo del joyerito cubano felipito, el madoff de hialeah.
    lo cierto es que los cubanos del sur de la florida, importando a miami la mierda que los tarjo a estados unidos más algunos otros componentes del folklor latinoamericano, han convertido el sur de la florida en un ghetto tercermundista que amenaza coinvertirse en unárea del cuarto mundo, dejando chiquito al tercero.
    y pobre coral gables si la agarra el cabo cason.
    EL HERMANO DE JUANITA

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  3. Ya Miami está en tales condiciones, que lo mejor es respetarse a si mismo y no votar por nadie.

    Entre Carlos Alvarez y Robaina, me quedo con el primero.

    Qué se vayan todos!

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