miércoles, marzo 23

Obama se gana el cubano de pié

Hay quien asegura que si el presidente estadounidense optara por la jefatura en Cuba, ganaría la elección


Obama se gana al cubano de a pie
Ampliar
El mandatario estadounidense saluda al público que acudió a escuchar sus palabras. (EFE)













RUI FERREIRA
Enviado Especial
LA HABANA - La enorme popularidad del presidente Obama es palpable aún sin salir del avión. El lunes por la tarde, mientras el avión de American Airlines se desplaza por la pista del aeropuerto José Martí, acabado de llegar de Miami, la gran mayoría de los pasajeros se volcaron hacia las ventanillas del lado derecho en busca de las alas del avión más conocidas del mundo.
“Mira mi’jo, es el avión de Obama”, decía orgullosa una madre cubanoamericana, apuntando hacia el Air Force One, estacionado frente a la Terminal 1, al lado de otro avión del Departamento de Estado. El muchacho no paraba de tomar fotografías con su celular. Luego, él y otros pasajeros, cuando se bajaron de la aeronave, siguieron haciendo lo mismo, tomando fotos, mientras se dirigían hacia la terminal.
Tan pronto salimos del aeropuerto,  se escuchan los comentarios. La gente le pregunta al visitante cómo se está viendo la visita de Obama a Cuba en el exterior. Están tan ávidos de noticias, que tropiezan en las preguntas. “¿Qué dice la gente en Miami? ¿Hay muchos protestando?”, preguntaron.
Pero lo más común es que todos parecen querer opinar sobre el viaje, muchas veces sin que se le pregunte. Es el caso de Mario, el taxista de una empresa gubernamental, soltó de pronto: “Obama es una bendición para Cuba, la gente cree que va a resolver nuestros problemas. Si lo logra o no, es otra cosa. Pero yo creo que nos puede ayudar”.
No hay carteles en la calle con la imagen del mandatario, exceptuando uno a un costado de la Catedral de La Habana, que ha sido difundido en la portada de muchos periódicos del mundo. Mientras tanto, la visita presidencial no ha seguido los cánones tradicionales. No hubo una recepción popular organizada por el Gobierno, a lo largo del recorrido por las avenidas adyacentes al aeropuerto, como en otros tiempos.
Pero la población se hizo presente. Cuentan muchos cubanos que centenares de personas, bajo un pertinaz aguacero, se concentraron sin que nadie los obligara a acudir a la avenida Rancho Boyeros esperando ver pasar la caravana presidencial. Se quedaron en ascuas.
No obstante, los dos grandes automóviles presidenciales, llamados “bestias”, fueron desviados por una ruta alternativa y llegaron al centro de la ciudad tras dar un enorme desvío por el anillo vial exterior del área urbana y la gente se quedó sin ver a Obama.
“Fue una frustración general. Cerraron todas las calles, el tráfico era un infierno y todo el mundo estaba ‘berreao’ [molesto]”, explicó el taxista.
Les quedó, cuanto mucho, verlo por televisión, cuando los informativos transmitieron las actividades oficiales y nada más que eso. No hubo imágenes de la gente coreando a Obama, cuando se fue a pasear con la familia por la Habana Vieja.
Publicado en Diario Las Americas el 3.23.2016
©Rui Ferreira 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario