
Para sorpresa de muchos, el claustro de profesores de la Universidad de la Florida rehusó otorgar un doctorado honoris causa al ex gobernador Jeb Bush. Dicen que el honor se hace únicamente a gente con méritos académicos, lo cual representó un bochorno capital para el rector del plantel y la junta de fideicomiso, según una historia que leerán mañana en The Miami Herald. “Creemos que los doctorados honoris causa deben estar respaldados con méritos académicos. Admitimos que él ha ayudado a la universidad pero hay otras formas de honralo por eso”. Al parecer, el claustro reprochó a Bush haber dado permiso para la construcción de tres facultades de medicina y dos de derecho que le harán competencia a la UF en la carrera de los fondos estatales.
claro que si, es logico que hay que ponerle un freno a los titulos honorificos. esos titulos hay que ganarselos con meritos academicos, artisticos, no politiqueando.
ResponderEliminares como el bochorno de ponerle al edificio de la escuela de leyes de FIU Rafael Diaz Balart, el abuelo de los congresistas, que no fue nadie en cuba, un abogado-notario de pueblo de campo, pero que sin embargo crea la impresion que el homenajeado es el padre de los congresistas, un individuo que represento la antitesis de la democracia, al ser canchanchan incondicional del dictador batista.
honoris causa
ResponderEliminarloc. adj. lat. Por causa de honor.
Campeador, me parece que le pasaron la cuenta al compañero Jeb. Los Doctorados, requieren de actividad académica; los “honoris” pueden deberse a otras actividades que implican una actitud honorable respecto a una institución, una sociedad, un Estado, etc.
MATAMOROS
ResponderEliminar¿ Pero que barbaridad es esa que balbucea MATAMOROS ? ¿ Canchanchan ? Cuando el fallecido Quevedo, editor de la revista Bohemia, le escribió su última carta a Diaz Baralt antes de suicidarse, dejó bién claro que los comunistoides lo habían en gañado conjuntamente con todo el pueblo cubano que creyó en esos fascinerosos. Nada indica que Diaz Baralt haya sido Batistiano, como aduce malsanamente el conocido comunistoide MATAMOROS.