Por Norberto Fuentes
Cuando ese teléfono comienza a sonar
y los códigos en el identificador son todos de Europa, ya tú sabes lo que te
espera. Mataron a Fidel otra vez. Es cuando las redacciones se acuerdan de mí.
Les da lo mismo un obituario que una labor de pitoniso o de forense. Quieren
corroborar la historia. Me han llegado a decir que la radio cubana solo
trasmite música “sacra”. ¿Música sacra, en un país comunista? ¿No se habrán confundido
con “La Internacional”? No, no. Música sacra. Oh, entonces la cosa es muy
seria. Porque quiere decir que la noticia del fallecimiento del Comandante
viene acompañada, de hecho, con la entrega del poder a Jaime Ortega. De
cualquier manera hay otra música asociada a los faustos del acontecimiento. Yo
me paro en la terraza de mi casa a ver si la oigo repicar. Vivo a escasas
cuadras del restaurante Versailles, la especie de Plaza Cívica que los cubanos
del exilio usan para montar sus congas en celebración de la muerte de su tirano
particular. Umm, no se escucha nada aún. Uno debe bajar hasta el garaje y tomar
el fiel Toyota y realizar la exploración operativa. Constatar si ya están
colocando las tumbadoras y, sobre todo, si los grandes camiones con antenas
parabólicas incorporadas al techo de CNN, CBS, Univisión y Telemundo ya se han
parqueado. Todo listo. A ver si el Comandante estira la pata antes del estelar
de las seis. Yo, por lo pronto, regreso sin noticia a la labor diaria del
escritor en el olvido. Pero me queda una pequeña, íntima venganza, que comparto
con el mismo Fidel entre las paredes de mi imaginación. Es recordar algo que él
decía. Lo estoy viendo entrar a prima noche en casa de García Márquez, una
sonrisa maliciosa en los labios, los ojos encendidos por el placer de la burla
que masculla y enarbolando un manojito de cables de prensa. Años 1987 ó 1988.
Innecesario precisar. Se repitió algunas veces. Han anunciado su fallecimiento.
Una vez más. "Me han matado tantas veces”, dice, a modo de saludo, “que el
día que sea verdad, nadie lo va a creer".
© Norberto Fuentes 2012 in Libreta de Apuntes.
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