
En un gesto que, sin duda, va dirigido al futuro inquilino de la Casa Blanca, los iraníes acaban de lanzar una nueva generación de misiles tierra-tierra, anunció hoy la televisión estatal, y el presidente Mahmoud Ahmadinejad repitió una vez más que la república islámica aplastaría a cualquier potencia que actúe en su contra. La última prueba de Irán se produjo tras persistentes especulaciones estos últimos meses sobre posibles ataques de Estados Unidos o Israel contra sus instalaciones nucleares, que según Occidente forman parte de un programa de armas encubierto. Teherán rechaza la acusación. El presidente electo, Barack Obama, al igual que el mandatario saliente George W. Bush, no ha descartado una acción militar, a pesar de que ha criticado al Gobierno de Bush por no instar más a la diplomacia y al compromiso con Teherán. El ministro de Defensa iraní, Mostafa Mohammad Najjar, dijo que el misil iraní llamado Sejil tenía "capacidades extremadamente altas", con un alcance de cerca de 2.000 kilómetros, y sólo contemplaba un uso defensivo. "Esta prueba de misil está en el marco de la doctrina de disuasión de Irán", dijo el ministro según citó la agencia de noticias oficial IRNA, añadiendo que no tenía conexión con los recientes eventos internacionales.
No embarajen,la cosa no es con Obama,es con Bush.
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