viernes, septiembre 12

Fue como un Tsunami, entre $3.000 y $10.000 millones las pérdidas en la isla

Aunque el gobierno todavía no ha reportado una cifra sobre el impacto de dos huracanes de gran magnitud en Cuba, según Naciones Unidas oscilan entre $3.000 y $4.000 millones, pero un experto alemán que dirige un importante ONG en la isla, dijo tras una gira por los territorios afectados, que los destrozos llegan a los $10.000 millones. Además, el número de muertos se elevó a siete, nada comparable con lo sucedido en Haití, donde de un plumazo Ike ahogó a 500 personas. “La pérdida de las siete vidas humanas al paso del reciente huracán, en lo esencial, no fue sólo consecuencia directa de los efectos de Ike, sino de la falta de observancia estricta de las medidas orientadas por el sistema de la Defensa Civil”, dijo la prensa oficial.

Según fuentes gubernamentales, los daños materiales han sido cuantiosos, con viviendas seriamente afectadas y bienes personales perdidos, el sistema eléctrico prácticamente en el piso, la agricultura destrozada y se han paralizado importantes fabricas y plantas procesadoras de alimentos. Para Richard Haep, un experto agrícola alemán que dirige en la Habana, los 36 proyectos que la ONG Agro Acción Alemania, “los huracanes han sido para Cuba como un tsunami. Toda Cuba está patas arriba. En cálculos conservadores, estimaría los daños en $10.000 millones de dólares". O sea, “casi una quinta parte del producto interno bruto de Cuba en 2007".

En su opinión, “el mayor problema serán seguramente los efectos a medio plazo. Todavía hay cientos de miles de personas en refugios porque sus casas han quedado destruidas, también las escuelas y otras instalaciones”. Además, dijo el experto a la prensa alemana, la isla tiene que ser alimentada, en un marco en que importa el 84 por ciento de los alimentos básicos que reparte por la libreta subsidiada y que constituyen la mitad de las calorías que necesita la población. "Eso supuso $2.000 millones de dólares para Cuba en 2007 que, con los crecientes precios de los alimentos, al menos se incrementará a 3.000 millones de dólares para la misma cantidad de productos este año". Pero no es todo, asegura Haep. “Las reservas cubanas han sido destruidas y, en principio, el 75 por ciento de la cosecha del país está afectada, los platanales, patatas, el boniato, la yuca pero también frutas y verduras". Es más, “si Cuba entra en una crisis de alimentos, tendrá que importarlos, pero internacionalmente no tiene línea de crédito. Lo que quiere decir que vamos a entrar en una situación verdaderamente difícil en lo que respecta a la alimentación".

Una cosa es clara, "tras los huracanes, toda la agricultura vuelve al punto cero. Son necesarias inversiones iniciales, hay que reconstruir la infraestructura productiva, hay que proporcionar semillas para que los agricultores puedan volver a producir y, sobre todo, hay que crear las condiciones para que puedan volver a producir: el agricultor tiene que saber tras perder su casa dónde va a dormir su hijo esta noche, a dónde irá mañana a la escuela, qué va a comer". Y, además, “se necesitan inversiones masivas y en estos momentos no está claro de dónde va a salir el dinero para ello".

Algunos analistas atribuyen el silencio oficial cubano sobre las pérdidas al hecho de que el estado tenga un corte militar, donde informaciones sobre la realidad interna del país son tratadas como secretos de estado que deben ser protegidos de los adversarios, internos y externos. Pero otros creen que, en realidad todavía no han hecho una valoración total de los daños.

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